Ciberseguridad
Telecomunicaciones

Banda 68, una oportunidad para la digitalización de las agencias de protección pública

El progresivo despliegue de redes de banda ancha 4G/5G y el desarrollo tecnológico de los terminales han provocado una transformación disruptiva en la forma en la que nos comunicamos.

Guillermo Ramos

Guillermo Ramos

Ingeniero de Telecomunicación y Broadband Solutions Product Manager de Teltronic 

 

Cualquier persona que posee un smartphone tiene a su disposición unas posibilidades de comunicación casi infinitas. Las videollamadas, el envío de grandes ficheros, servicios de geolocalización en tiempo rea, el progresivo despliegue de redes de banda ancha 4G/5G y el desarrollo tecnológico de los terminales han provocado una transformación disruptiva en la forma en la que nos comunicamos.

Sin embargo, las agencias de seguridad pública y atención de emergencias parecen haberse quedado fuera de esta revolución, o al menos, así ha sido hasta ahora, porque la situación ha cambiado radicalmente con las modificaciones introducidas en el Cuadro Nacional de Atribución de Frecuencias.

Para entender la razón por la que las fuerzas del orden no están sacando todo el provecho posible de las tecnologías de banda ancha, hay que familiarizarse con un concepto básico de las redes de comunicaciones críticas (estas son las que emplean los policías, bomberos, ambulancias, sistemas de transporte masivo, es decir, aquellas que no pueden fallar bajo ninguna circunstancia) que es el de la disponibilidad.

Todos hemos experimentado en alguna ocasión (pensemos en grandes aglomeraciones de gente, como una manifestación o un concierto) que hemos intentado hacer una llamada o mandar un WhatsApp y que no haya podido progresar porque la red está saturada, es decir, no fue dimensionada para tantos usuarios. Eso que a nivel particular puede resultar más o menos molesto, en el ámbito de las comunicaciones críticas es simplemente inadmisible. Si el policía que está controlando la manifestación o el sanitario que trabaja en el concierto tiene que hacer una llamada, esta tiene que progresar siempre, la red tiene que estar disponible, porque las consecuencias de que no se llegara a producir esa llamada pueden ser muy graves.

Sucede que, hasta ahora y al margen de sus sistemas privados de radio, si las agencias de protección pública querían emplear servicios banda ancha debían compartir los recursos de las redes celulares comerciales con el resto de los usuarios. Esto rompe con el esencial principio de disponibilidad de las comunicaciones críticas, porque en la mayoría de los casos la red no prioriza entre el terminal de un policía y el de cualquier ciudadano, de forma que, en caso de saturación, su comunicación no va a progresar. Además, el uso de redes celulares comerciales reduce el control y las posibilidades de gestión, monitorización y personalización que las agencias de seguridad tienen sobre la red.

Por esta razón, desde que comenzaron a desarrollarse las tecnologías radio de banda ancha, las diferentes agencias de atención pública venían reclamando la asignación de unas frecuencias que permitieran su empleo en las condiciones de seguridad y disponibilidad que requieren; es decir, reivindicaban una porción de espectro al margen de las redes celulares comerciales que sólo fuera empleado por ellos. Esto permitiría el despliegue de redes de uso privativo y exclusivo para estas agencias que garanticen la máxima disponibilidad, cobertura y fiabilidad.

Recientemente, el Cuadro Nacional de Atribución de Frecuencias (CNAF) ha asignado la Banda 68 (rangos de frecuencias 698-703 MHz/753-758 MHz) “para su utilización por sistemas de protección pública y operaciones de socorro en caso de catástrofe” para cubrir las necesidades de las redes de ámbito autonómico y local.

Esta medida, que no sólo se ha aplicado en España sino que se está implantando en buena parte de los países europeos, abre la puerta a que las agencias de seguridad regionales, tales como policías locales y autonómicas, puedan avanzar en su proceso de digitalización sobre el soporte de la banda 68 que se les ha asignado y que les permitirá incorporar la más moderna tecnología.

En este sentido, Teltronic lleva años preparándose para este momento y ya ofrece una solución completa para el despliegue de estas redes de comunicación sobre banda 68. Esta incluye tanto la Red de Acceso Radio que da cobertura 4G al área de operación, el nodo de control (EPC, Evolved Packet Core) que dota de inteligencia a la infraestructura de comunicación, terminales con diferentes formatos que soportan esta banda, así como un catálogo de servicios para comunicaciones de misión crítica (MCX) de voz, datos y video.

El hecho de contar estas redes posibilita un sinfín de herramientas: cámaras personales que transmiten en tiempo real; monitorización de sensores (fijos y personales); streaming de vídeo desde emplazamientos fijos o desde, por ejemplo, un dron; servicios de geolocalización y consulta de mapas; acceso a grandes bases de datos… la tecnología está ahí, y tan sólo necesitaba una red de comunicaciones que soportara los grandes flujos de información generados. Todo ello además se puede integrar con sistemas de IA que permitan correlacionar incidencias, comportamientos y tendencias… esto es, el big data y el IoT entrando de lleno en el ámbito de la protección pública.

Con todo ello, tanto los efectivos desplegados en operación, como los que la siguen desde el centro de control, disponen de más detalle y cantidad de información en tiempo real, lo que permite mejorar el proceso de toma de decisiones y, en definitiva, mejorar la seguridad y eficiencia del trabajo de las agencias de seguridad pública y atención de emergencias.

 

 


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