La multitarea, una barrera para el Alto Rendimiento

En esta era tecnológica la multitarea es una tentación de la que no es fácil escapar, ahora bien ¿sabemos sus riesgos y cómo minimizarlos?

Hombre muy ocupado lleno de trabajo agobiado

¿Piensas que hacer varias tareas a la vez como por ejemplo revisar el correo electrónico, escuchar un mensaje de voz del teléfono, whatsappear, atender a alguna persona que reclama tu atención y redactar un documento…, es posible con un buen nivel de efectividad? Quizá pienses que sí, que tú eres capaz y que además eso es alto rendimiento profesional. Si es así, lamento comunicarte que diversos estudios confirman que trabajar largas horas en modo “multitarea” está asociado a una pérdida de la capacidad para mantener la atención, para concentrarse en algo específico y para retener suficientes datos en la memoria de trabajo. Además te conviene saber que estas capacidades son necesarias para un alto rendimiento. Entonces,  ¿quieres saber cómo minimizar estos riesgos?

Desde hace unos años la neurociencia está interesada en descubrir el impacto que genera en nuestra conducta la revolución tecnológica. Todo en nuestra vida está ligado a las nuevas tecnologías, de modo que podemos caer en un uso desmedido de ellas, o en un uso que afecte nuestro rendimiento y bienestar personal.

Se han realizado estudios con niños, adolescentes y adultos, contrastando el impacto que tiene el uso continuo de aparatos electrónicos en aspectos relevantes para la conducta humana, como son la atención, la memoria y la interacción social.

Una de las preguntas de estudio ha sido: ¿hasta qué punto nuestro cerebro puede sostener las tareas múltiples (el llamado “multitasking”) sin dispersarse? Los expertos afirman que el cerebro, como cualquier sistema de procesamiento de información, tiene unas capacidades limitadas. Estas limitaciones, en el hombre, no son tantas en lo que respecta a la cantidad de información que podemos almacenar a lo largo del tiempo, sino la capacidad de procesar una cantidad de información por unidad de tiempo en el presente.
Nuestro cerebro tiene básicamente dos capacidades limitadas: una es la atención (cuando tenemos dos fuentes de información suficientemente complejas, la eficiencia de una decae como causa de la otra); y la otra, la “memoria de trabajo”, que es el espacio mental en que retenemos la información mientras la estamos utilizando para otra tarea o hasta hacer algo con ella (por ejemplo, cuando memorizamos un número de teléfono hasta anotarlo).

La memoria de trabajo tiene una capacidad muy limitada en los seres humanos y es extremadamente susceptible a las interferencias. Allí también ocurren dificultades para llevar a cabo dos tareas demandantes al mismo tiempo: la información se cruza y se generan muchos errores por este motivo.

Un estudio realizado en Estados Unidos muestra que las personas que funcionan habitualmente en modo “multitarea” se dispersan más cuando pasan de una tarea a la otra. Contrariamente a lo que uno podría intuitivamente imaginar, son más propensos a “engancharse” a estímulos irrelevantes y, por lo tanto, a distraerse fácilmente. El estudio[1] fue dirigido por el psicólogo social de la Universidad de Utah (Estados Unidos), David Sanbonmatsu, y demostró justamente que la percepción que tenemos de nuestra habilidad como “multitaskers” parece ser la opuesta a la real. Aquellos sujetos que consideraban poseer una mejor habilidad para hacer “multitasking”, en realidad, tenían un mal rendimiento en multitud de tareas.

En mi experiencia de trabajo con profesionales inmersos en este modus operandi, y que deseaban mejorar su rendimiento, lo que ha sido efectivo ha sido la combinación de dos líneas de trabajo: uno, aplicar algunas estrategias sencillas y prácticas que puden utilizar en su día a día laboral, y dos realizar algunos ejercicios de entrenamiento mental.

  1. Estrategias:
  • bloquear las páginas que se consultan sin control en los horarios de trabajo, como las de redes sociales, diarios y videos;

  • limitar la cantidad de tiempo o la frecuencia con la que uno puede revisar estos sitios;

  • se puede intentar trabajar abriendo un solo documento por vez;

  • se puede apagar el Wi-Fi y hacer las consultas on-line todas juntas en otro momento;

  • reservar para el trabajo focalizado las horas del día que suelen ser más productivas, ya que cuando estamos cansados, solemos posponer más o tomar peores decisiones;

  • realizar descansos periódicos durante la jornada, por ejemplo salir a caminar unos minutos, respirar profundo o hacer una tarea menos demandante. Estas actividades alternativas relajan la mente y promueven que puedan surgir nuevas ideas cuando se retoma la tarea inicial;

  • saber decir “no”. Decir que “no” a algunas reuniones o consultas de compañeros, y dejarlas para cierto momento del día o resolverlas por escrito puede acelerar las soluciones.

 

  1. Ejercicios de entrenamiento mental:

 


[1] Referencia bibliográfica: 
David M. Sanbonmatsu, David L. Strayer, Nathan Medeiros-Ward, Jason M. Watson. Who Multi-Tasks and Why? Multi-Tasking Ability, Perceived Multi-Tasking Ability, Impulsivity, and Sensation Seeking (2013). DOI: 10.1371/journal.pone.0054402.

 

África Martín

Creadora de la metodología LINCE®-entrenamiento mental para un Alto Rendimiento; Fundadora, Directora y Entrenadora de la Escuela de Formación LINCE®. Con 16 años de experiencia en procesos de acompañamiento a personas y grupos hacia su transformación. Madrid, España.

 



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