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'Big Data' al servicio del negocio

Los datos son el activo más valioso de cualquier organización y el 'big data' facilita extraer el máximo partido de éstos, aunque es preciso saber cómo abordar este tipo de estrategias.

Base de datos

Los datos son el activo más valioso de cualquier organización, sin embargo, las empresas no siempre han tenido la oportunidad de ponerlos al servicio del negocio. La falta de herramientas tecnológicas que permitieran poner en común la información procedente de distintas fuentes y almacenada en distintos silos con diferentes formatos ha sido un hándicap difícil de superar. Esta situación cambia con la llegada del Big Data, una macrotendencia tecnológica que se materializa en distintas soluciones fáciles de implementar y asequibles para la práctica totalidad de las organizaciones.

Tras unos años de evangelización por parte de los principales proveedores del sector TIC, las bondades del Big Data para los negocios parecen estar claros, sin embargo, la aproximación al mismo parece no estarlo tanto. Cada día son más las compañías que han decidido emprender proyectos de Big Data sin tener muy claros los objetivos que se persiguen o la forma en la que sacarán partido a la información. Estas empresas han convertido a Big Data en un fin en sí mismo y no en un medio, que es lo que debe ser.

En los operadores de telecomunicaciones, por ejemplo, se observa un interés creciente sobre la aplicación de herramientas de analítica de datos de red a partir de datos en tiempo real y también a partir de la información histórica de los sistemas. Es cierto que este tipo de iniciativas podría aportar múltiples beneficios tanto a los operadores como a empresas de otros sectores de actividad: mayor eficiencia, ahorro en costes de operación, mejoría en la experiencia de usuarios y en la calidad de servicio… Sin embargo, a la hora de emprender un proyecto de Big Data habría que tener en cuenta que no solo se trata de la aplicación de una metodología y de unas técnicas avanzadas de análisis, sino de todo lo que el proyecto requiere a nivel de organización y trabajo.

De esta forma, cualquier corporación, antes de plantearse iniciar un proyecto de Big Data debería definir unas bases que plasmaran con claridad los objetivos que se plantean con la ejecución del proyecto, los datos disponibles en la organización, los conocimientos y capacidades de los profesionales que se van a hacer cargo del proyecto o la justificación del mismo desde el punto de vista económico y para el negocio.

 

Madurez de la organización

Con anterioridad al inicio de cualquier proyecto de Big Data, se debería realizar un análisis que establezca la madurez de la organización con respecto a los factores anteriormente mencionados. Para ello, es necesario evaluar el estado de los datos de la empresa, sus políticas de seguridad y de acceso a datos, así como la involucración de los responsables de los departamentos afectados, entre otros parámetros.

Una vez llevado a cabo este análisis y fijados los objetivos, es recomendable abordar el proyecto de forma parcial, a través de proyectos más pequeños para, al final, llevar a cabo solamente uno o dos de ellos. Es recomendable este sistema básicamente porque presenta unos beneficios claros: se consiguen resultados de forma muy rápida y con una limitada inversión en recursos y tiempo; se logra crear un fundamento sobre el que seguir trabajando y perfeccionando; permite desarrollar competencias específicas;  mejora la motivación de los equipos se motivan y hace posible demostrar resultados tangibles a la dirección.  

 

Casos de uso en operadores

Cuando se trata de un operador de telecomunicaciones, consideramos que existen tres casos de uso fundamentales en los que prácticamente siempre se justifica un proyecto de Big Data en el área de operaciones:

  • La predicción de alarmas de eventos en la red, el análisis de la causa raíz y resolución de los mismos de forma anticipada y automática.
  • La planificación y optimización predictiva de la red.
  • La monitorización de la calidad, extremo a extremo.

Con esos casos de uso, siempre adaptados al entorno del cliente, el operador estará trabajando en  la medición de la calidad de servicio que ofrece al usuario y en la anticipación y la optimización de la red. De esta forma, podrá poner en valor su servicio y justificar, por tanto, la inversión en tiempo y recursos.

 

El autor de este artículo es Josep María Balaguer, director comercial de Blue Telecom Consulting



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