La gran revolución no se puede entender sin la telecomunicación

Entrevistamos a líderes que dirigen equipos multidisciplinares incluyendo a ingenieros e ingenieras que destacan en su trabajo y son ejemplo de la profesión. El Colegio Oficial de Ingenieros de Telecomunicación está liderando el Plan de Promoción de Estudios de Telecomunicación. 

David Tajuelo Sales Director Iberia, Hillstone Networks  Ingeniero de Telecomunicación por UPM

1. Las telecomunicaciones están siendo protagonistas en la era que vivimos. Una de las aplicaciones que está transformando es el trabajo remoto. ¿Cómo explicarías el rol de las telecomunicaciones en el entorno actual? 

  Las telecomunicaciones llevan entre nosotros, y formando parte de nuestro día a día, desde hace muchos años. La gran revolución que estamos viviendo no se puede entender sin ellas. Son básicas desde que nos despertamos hasta que terminamos nuestra jornada. Revisar mensajes en el móvil, llamar a alguien, poner la TV o la radio, el navegador en el coche, programar tu agenda, hacer una vídeo llamada, de trabajo o personal, encender el termostato del aire acondicionado, calentar "un pollo en el microondas", el Wifi, Internet. La humanidad tal y como la conocemos no sería igual, sin todo lo que la telecomunicación ha traído en los últimos decenios. 

Pero también está claro, que la tecnología sin aplicarla al ecosistema humano, no sirve de nada, y por eso también son capitales los avances en bíotecnología y robótica; o también todo lo que tiene que ver con el desarrollo de sensores y elementos que conforman el entorno del llamado Internet de las cosas (IoT), donde se generan sistemas inteligentes de riegos o desalación de agua, de aplicación en paises no desarrollados. Todo esto, al final, son partes de la carrera de ingeniería de telecomunicación, quizá mas desconocidas que los teléfonos móviles o Internet, pero que suponen grandísimos avances y juegan un rol importantísimo en la vida de la especie humana.

2. Los activos de las empresas son cada vez más digitales y más complejos, tenemos que aprender una nueva forma de gestión y de protección ¿qué retos afrontan las organizaciones en este momento en cuando a digitalización y protección de los activos digitales? 

Estamos en una auténtica revolución industrial, lo que ahora se llama industria 4.0. Prácticamente todo lo tradicional, lo analógico, se está migrando a digital, a unos y ceros, a IP. La voz, los sistemas industriales tradicionales ... eran el último reducto, y la pandemia ha sido el último catalizador para que también se decidan a dar el sato. La migración de IPv4 a IPv6 es un hecho y eso abre la puerta a infinidad de nuevos servicios y comunicaciones, en elementos que no se nos hubiera ocurrido no hace demasiado. Sensores de temperatura y humedad, estanterías inteligentes, ¡ hasta lavadoras!. La realidad es que la digitalización está sacando a flote realidades que, lógicamente antes no estaban.

Todo lo que tiene que ver con protección de activos digitales o como coloquialmente se denomina, ciberseguridad, se ha disparado en los últimos años. Además de la eclosión del IoT,  la pandemia ha abierto otro melón con la infinidad de herramientas de colaboración y comunicación remota que se han implantado, no solo en empresas, sino en la totalidad de la sociedad. De los ataques primigenios al llamado "perímetro" de seguridad de los que se encargaban los antivirus y firewalls, se ha ha pasado a un escenario donde ese perímetro ha desaparecido, embebido en la famosa "nube". Por esto, uno, sino el primordial reto que tienen las organizaciones es la protección de sus activos. Tenemos que hablar de una ciberseguridad sin firewalls, y enfocarnos más en otro tipo de amenazas como los patrones de comportamiento en entornos digitales, la protección a nivel de aplicaciones, o como me gusta decir "poner puertas al Cloud" con la tecnología de la microsegmentación

 3. Todos estos retos y la complejidad tienen que redundar en agilidad para las empresas. Se espera que sean más rápidas, más eficientes, más centradas en el usuario, y con inversiones menores ¿en qué dirección se mueven las soluciones tecnológicas? 

Ese debe ser el objetivo final, pero la realidad es que la digitalización no es una tarea sencilla, ni mucho menos barata. De ahí que haya que aplaudir la iniciativa de la Comisión Europea de inyectar millones de euros para la digitalización de las pymes, lo que aquí se ha venido a llamar, desde el Gobierno, "Kit Digital".

Claramente , la inteligencia artificial y el "machine learning" deben ser el punto de partida para optimizar, en base a aprender sobre lo que se va haciendo, recibiendo y procesando, las nuevas soluciones que van apareciendo en el mercado.

Las soluciones no paran. El Wifi6 está casi llegando y ya se habla de Wifi7. Los ataques electrónicos no paran de evolucionar y las soluciones deben hacerlo al mismo ritmo. Los anchos de banda de los radioenlaces basados en una optimización de las modulaciones y utilización de nuevas frecuencias son un hecho. Las velocidades de transmisión de datos a través de las nuevas redes de transporte eran inimaginables hace 10 años. Desde la aparición del iPhone se ha producido una especie da catarsis colectiva, donde es necesario presentar algo nuevo cada año, y eso tiene sus pros y sus contras, ya que muchas veces no da tiempo a amortizar el coste de desarrollo y comercialización de algunas soluciones, y se crea una especie de huida hacia delante; sobre todo en algunos sectores. Dicho esto, la continua evolución seguirá ahí, porque ya está en el horizonte la colonización de la Luna, y eso abre un nuevo melón de nuevas posibilidades, aún por descubrir.

4. Como ingeniero de telecomunicación ¿qué sensaciones le produce participar y ser protagonista de la construcción de nuevos productos y servicios que están marcando y beneficiando a la sociedad? 

Recuerdo que cuando entré a la ETSIT, en Madrid, en el año 91, todo parecía muy complejo y alejado de la realidad de las personas, pero conforme vas cumpliendo años y asimilando todo lo que aprendiste, te das cuenta de que detrás de esas fórmulas inacabables de números imaginarios (ya solo el nombre asusta), de las trasformadas de Fourier o Laplace, o las "divertidísimas" clases de antenas, estaba la base de todo lo que ahora marca los tiempos de la sociedad. Como ingeniero, he pasado por muchas etapas, desde el diseño de pequeños dispositivos o máquinas que formaban parte de proyectos más ambiciosos, a la configuración de equipos en campo, incluso subido en torres de 30m de alto... Pasando por la fase de ingeniero comercial desarrollando negocio de distintos fabricantes de HW y SW, o en una más enfocada a la gestión, que es donde me encuentro ahora. 

En todas ellas, siempre, tengo la sensación de que cuando un proyecto se termina, va a suponer una mejora en las condiciones de vida (ya sea personal o laboral) de las personas que se van a beneficiar de ese proyecto. Y eso me hace sentir bien. Me hace sentir que estoy aportando algo a la sociedad, y que aporto mi granito de arena para que este planeta sea cada día algo mejor. Entiendo que haya personas que lo único que vean sean avalanchas de cacharritos electrónicos de todo formato y condición, pero la realidad es que tengo amigos y colegas que han desarrollado exo-esqueletos para que personas que no podrían haber caminado en su vida, lo puedan hacer. Personas que han mejorado su calidad de vida gracias a la posiblidad de poder comunicarse mediante sistemas de comunicación impensables hace 10 años, desarrollados por ingenieros de Teleco(como decimos nosotros). Y cada una de esas personas que vuelve a sonreir por causa de que un@ ingenier@ haya hecho su labor, es impagable.