Cómo proteger la privacidad de los usuarios en los tiempos del 5G
La implantación del 5G supondrá un gran avance y abrirá un mundo de oportunidades a la sociedad y el empleo
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Alejandro Aliaga
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Llevamos años hablando del 5G, la quinta generación de tecnologías de telefonía móvil que promete conectividad de grandes cantidades de dispositivos (Internet of Everything) y velocidades de datos significativamente más rápidas, entre otros muchos beneficios. Sin embargo, esta revolución también genera nuevos retos, entre ellos, la necesidad de cuidar más la privacidad y la protección de los datos.
Cuando la tecnología 5G alcance un grado de madurez adecuado, se podrán proporcionar servicios novedosos y disruptivos, pero esta situación, probablemente tenga un impacto alto e impredecible sobre la privacidad de las personas. Por esta razón, es importante que todos los agentes intervinientes en el despliegue y mantenimiento de las redes de quinta generación tengan en cuenta algunas recomendaciones para garantizar la privacidad de los datos.
En primer lugar, es necesario realizar una evaluación de riesgos y de impacto en la protección de datos. Posteriormente, es fundamental establecer las garantías necesarias para el intercambio de datos internacionales y asegurar el uso de cifrado en las comunicaciones extremo a extremo (E2E). Por último, es necesario establecer medidas de control que permitan a los usuarios gestionar la información que se recopila, derivada de su actividad.
No obstante, es necesario puntualizar que el 5G aún no está completamente instalado en la sociedad. Pese a que cada vez está más presente en nuestros dispositivos, no toda la tecnología que se anuncia como tal es 5G. En muchas ocasiones, estas iniciativas responden a campañas publicitarias que en realidad están ofreciendo un producto muy cercano al 4G. La capilaridad que necesita el 5G requiere que todas nuestras ciudades estén llenas de pequeñas antenas y esa es una realidad que no existe a día de hoy.
Mayor número de ciberataques
En un escenario a futuro, en el que cada vez se haya extendido más el 5G, la realidad nos indica que es bastante probable que la hiperconectividad generada por la implantación de este tipo de redes provoque que aumente la superficie de exposición y, por lo tanto, el número de ataques. Asimismo, la capacidad de transmitir datos a una gran velocidad puede permitir a los atacantes llevar a cabo ataques de denegación de servicio (DoS) mucho más dañinos.
Además, la incorporación de la tecnología 5G a las infraestructuras críticas, como sistemas de transporte, sistemas de suministro de energía y sistemas de salud, puede generar que aumenten los ataques a este tipo de organismos con consecuencias graves.
No obstante, existen diferentes mecanismos para asegurar un buen uso de las redes mediante el 5G, velando por la privacidad de los usuarios. Para ello, tomar conciencia es el primer paso, prevenir y garantizar la seguridad del usuario es el siguiente.
De este modo, la adopción de medidas como la implantación de un buen servicio de SOC con monitorización 24x7 para prevenir, detectar e investigar cualquier riesgo que amenace a los sistemas; el uso de ciberinteligencia e IA para rastrear y predecir cualquier ataque o los test de intrusión y las auditorías técnicas regulares van a ser determinantes en este aspecto.
Nuevas oportunidades
En conclusión, la tecnología 5G, al igual que ya ocurrió con sus antecesoras, supondrá un gran avance y abrirá un mundo de oportunidades a la sociedad, pero, es cierto, que con cada paso en la revolución tecnológica introducimos nuevos retos para la privacidad de las personas. Es por ello, que tomar conciencia y comenzar a establecer un marco regulatorio para garantizar el adecuado tratamiento de la información es fundamental para garantizar la seguridad de los usuarios.
