Talento Digital

Liderar el valor de tu servicio en la organización

La persona dentro de la organización debe ser el actor principal de su propia carrera profesional

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Las empresas necesitan personas con talento, con actitud y compromiso. Identificadas con la acción, cuyo entusiasmo e ilusión con lo qué hacen, por qué hacen y para qué hacen - vocación o profesionalidad – contagien a otras personas dentro de la organización.

No pueden esperar a que les den un papel en la obra. Deben ser agentes del cambio. Deben ser artistas de pura cepa empezando por ellos mismos para liderar su propio papel. No hay límites ni techos que no se puedan alcanzar. Deben ser catalizadores de su propio destino guiando su carrera profesional. No les queda otra, ya que la suerte no se encuentra, se debe buscar.

Todo empieza - y no es baladí - cuando confirmas la relación con la empresa y llegan a un acuerdo para que formes parte de la obra. La capacidad, conocimiento y experiencias propias para generar valor con tu servicio a los asistentes a la representación -los clientes- estará siempre presente.

Desde aquí ya debes liderar tu senda, ya que permanecerás como actor mientras aquello por lo cual te han contratado siga generando rentabilidad o productividad. De igual forma, la organización debe tener claro que la persona y su conocimiento no le pertenece. Está de prestado. Y para que la relación se mantenga, los cimientos deben quedar perdurables en las condiciones iniciales, sino las partes empezarán a actuar por caminos separados.

Teniendo esto claro - sin significar que se puede ir por libre - lo único que debes hacer cuando estés delante de tu público, en cada escena, palabra, cita o diálogo en el que intervengas, será la de generar ilusión, saciar expectativas, provocar emoción, crear satisfacción, cubrir necesidades, solventar y hacer que el espectador olvide sus problemas. Para que al terminar el pase, se levanten de sus asientos y quieran de forma repetida volver a ver la obra. U otras representaciones futuras de tu organización.

Todo esto requiere que:

•  sepas lo que quieres y tienes que hacer en todo momento

•  marques de forma continuada tu camino y carrera

•  sigas tus convicciones ante todo

•  cumplas todo lo que prometes

•  tu vida tenga un propósito y un sentido establecido

•  seas creativo e innovador en tus creencias

•  no desperdicies tu potencial ante nada

•  tú y sólo tú marques las distancias

•  seas servicial e inspires a los demás

•  sepas cómo responder a tu entorno

•  confíes en tu vocación y profesionalidad

•  comprendas que nadie te puede robar la ilusión en lo que haces

•  pienses que no hay papel que no puedas conseguir en la obra

•  decidas todos estos requerimientos u otro que consideres, sólo ...

 

Hazlos!!!

 

Aunque sea indispensable que los actores actúen unidos para que la obra encandile, es la magia individual de su actuación particular la que hará que se indique que se agotaron los billetes para verla.  Serán ellos quienes hagan que perdure en el tiempo más de lo establecido y planificado por los que gestionan y gobiernan el teatro.

Por tanto, no debe haber ni disponer de tu parte ninguna queja, ni excusas - no hay victimismo que valga - por la situación actual en la que te encuentres. Tú dispones de lo más importante: la libertad de elegir. Tú marcas tus objetivos. Tú marcas las pautas. Tú marcas cuando avanzas y cuando retrocedes. Tú marcas tus decisiones. Aunque todo esto deba estar alineado con la misión y la visión que marquen las directrices y estrategias del propio teatro. Aquello que permanece inalterable desde la firma que estableció los principios de la relación.

 

Tú debes liderar tu carrera profesional

 

No hay, por consiguiente, razón por la cual tu persona pueda o deba disponer de condicionantes, de ninguna limitación, de ninguna restricción a priori que te paralice, bajo ninguna circunstancia. Porque solo tú eres oportunidad, eres probabilidad, eres potencialidad para liderar el valor de tu servicio en la organización.

Dicho esto, cambia la palabra teatro por una empresa que se dedique, por ejemplo, a la tecnología. Cambia esos que dirigen y gestionan la obra, por algún CXO - CEO, CFO, CDO, CTO, COO, CIO. Cambia al actor y su rol dentro de la obra, por cualquier profesional TI con su responsabilidad y comprobarás, que lo escrito tiene cobertura, alcance, profundidad y está enlazado a cualquier empresa que se dedique a dicho negocio.

Estaremos en la Era Digital. Hablamos de Tecnología Digital. Nos llenamos la poca que el perfil de esta nueva era de profundos y rápidos cambios es el CDO - Chief Digital Officer - pero no olvidemos que para gobernar el barco, tener solvencia en manejar el timón y disponer de las actitudes y aptitudes necesarias para ello, no debe jamás olvidar gestionar todo este cambio.

Porque la Tecnología no vale nada per se, sin los profesionales que la creen, que innoven o la utilicen cuando por motivación, por pasión y por compromiso lo quieren hacer. Y esto es la Gestión del Cambio. Cuando los dirigentes de las organizaciones o sus dueños hacen que sus empleados crean en una misión o valores, cuando se les considera el principal activo estratégico de una organización, estos atravesaran montañas, andarán por encima de las aguas y harán todo lo que esté a su alcance por desempeñar el mejor papel de sus vidas.

Está totalmente claro - y el que no lo vea así perecerá con su barco - que la Tecnología no debe estar alineado con el Negocio. sino que la misma ya es el propio Negocio. Así que, no olviden esta afirmación y si quieren correr a la misma velocidad que fluye la corriente, tampoco olviden su responsabilidad de Gestionar el Cambio de inicio a fin en sus organizaciones.

 

Luis Ignacio Martín de Lope

Knowmad, Blogger, Resiliente, IT Service Manager, ITIL® Expert & Auditor ISO 20.000. Madrid, España.

 

 



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